PFINGSTEN FESTIVAL - salzburg
Salzburg Nachrichten
Romain Gilbert hat einfach eines der Bühnenbilder von Gioachino Rossinis "L'italiana in Algeri" verwendet, das von der Premiere am Freitag ohnehin noch auf der Bühne stand. Wüsste man das nicht, ginge das Raumdesign statt als peruanisches Vorstadtlokal auch als moderne, gläserne Lounge und damit als hintergründige Regie-Idee durch. Die Darsteller tragen dazu passende Klamotten, die sowohl vom Modediskonter als auch aus der Festspiel-Kostümschneiderei stammen könnten. Vor allem aber: Das Bühnenpersonal bewegt sich organisch, die Sänger interagieren sinnstiftend und "spielen" die Geschichte. Damit vermitteln Gilbert, das Ensemble und wohl nicht zuletzt Pfingst-Intendantin Cecilia Bartoli den Eindruck, bei einer richtigen Oper dabei zu sein.
Dreh Punkt Kultur
Der Dramaturg und Regieassistent Romain Gilbert wird mit dieser Operette demnächst sein Regiedebüt in Bordeaux geben und hat für exzellente Personenführung gesorgt.
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Und man verließ das Haus im Bewusstsein, eine in sich stimmige Bühnenproduktion erlebt zu haben.
Platea magazine
Grata sorpresa fue pues observar como el telón de esta Périchole estaba bajado, lo que junto al anuncio de una “dramaturgia” a cargo de Romain Gilbert, suponía que se iba seguramente a aliviar el peso que siempre supone una simple versión concertante.
Si bien el decorado resultó ser parte de una de las escenas de L’Italiana in Algeri (cuya premier había sido justo el día antes), la jocosa habitación dispuesta, junto a un vestuario arreglado pero informal, fue la gota necesaria para que el reparto reunido para la ocasión pudiese desplegar sus excelentes dotes interpretativas.
Lo cierto es que esta prestataria Périchole, de comicidad compartida con L’Italiana, agradeció dicha intervención, proponiendo así una versión mucho más próxima a una ópera, con su capital en mayúsculas, que a una versión de concierto como la anunciada. Por ello hubiese sido más adapta y coherente su señalación como “semiescenificada”, un “pulido” que en cualquier caso, cuando es para bien, se queda en pura anécdota. Tras su disfrute, pues otro adjetivo no merece, difícilmente nos podemos ahora imaginar una realización diversa. Cecilia Bartoli, factótum de este Festival de Pentecostés tuvo, eso sí, “dos al precio de una”, algo que seguramente no dejó indiferente ni a la dirección del Festspiel Salzburgués ni al público.
En el apartado actoral me resultaría difícil – a la par que injusto – resaltar a un artista más que a otro. El resultado fue tan excelso y entretenido que si las carcajadas no se pudieron en contener durante la representación, las ovaciones tampoco se hicieron esperar al caer el telón.